Nos estamos acercando. Somos la chusma, nos recordaréis por las cicatrices en vuestro vientre, por la sana costumbre de mirar a ambos lados de la calle. Somos la chusma de siempre, resistimos al tiempo y al sangre derramada. Somos la chusma, estamos a un paso de vuestros hogares, de vuestra dignidad. Contempla nuestra obra. No deseamos la vida, si existimos es gracias al devenir inexorable de vuestra libertad, de vuestro futuro. Somos el reflejo de todo lo que poseéis: la paz, la democracia.